Archivo diario: noviembre 4, 2012

Homenaje a las víctimas del Acebo

VERDAD

Todo empezó en el 2000. El cambio de siglo se manifestó en Priaranza, y con él la Historia puso a andar a la Humanidad. El objetivo era transformar su relato en realidad, sus imágenes en tacto. ¿Por qué? Porque la Historia estaba fosilizada desde que en el siglo anterior los hombres dejaron de ser hombres y se asesinaron sin hablar.

En aquella época de cambalache la tierra se quebró y comenzó a acumular huesos y objetos intactos. Pero con el nuevo siglo los más humanos, heridos por la ignorancia del porqué, se acercaron a observar las excavaciones y rescatar a sus prisioneros del olvido. Durante esta construcción de la verdad, los humanos comenzaron a reclamar justicia, e incluso reparación por la matanza cruel de sus antepasados. Pero el destino solo podía concederles la verdad, la única que nadie les podría robar y, por tanto, la más importante de las tres. La justicia era inaccesible, pues dependía de un hombre maniatado, como muchas de las víctimas. La reparación, sencillamente inalcanzable dada la magnitud de la tragedia.

Tras doce años de excavaciones y análisis de los testimonios de la tierra, los humanos alcanzaron las trescientas fosas abiertas. Esa cifra de verdades se restauró gracias al esfuerzo de quienes sabían que la salud de su futuro dependía de la limpieza de su memoria. Y todavía quedaban más del doble por descubrir, unas 100.000 verdades a las que se sumaban otras que nunca llegaron a perderse, amparadas por ciertos humanos que discriminaron la verdad.

La ceguera de quienes no quieren ver es tal que, aun con las pruebas al alcance de la mano, desprecian la verdad. Por eso hubo algunos humanos desearon una prolongada estancia en el olvido a los restos encontrados en el Acebo (Fonsagrada). Algunos de ellos pertenecieron a Moreno, un valiente que, como sus doce compañeros, fue cruelmente asesinado el siglo anterior. Por fortuna el descubrimiento de los restos de todos ellos hizo triunfar a la verdad, gracias en gran medida a la honradez de algunos vecinos. Su denuncia pública del crimen dio a todos los humanos una lección magistral de cómo las grandes verdades no se pueden enterrar bajo tierra.

Para Carmen García-Rodeja, por enseñarme a mirar atrás

José Ramón Álvarez homenajea a los milicianos del Batallón Galicia. 27-10-12

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